¡Cuidado con la luz de sol!
La luz solar que se obtiene en verano es ideal para que te luzcas una vez más capturando los mejores momentos de la vida de tus seres queridos, puesto que el brillo que generará el sol será espléndido, no lo puedes desaprovechar. Sin embargo, debes tener mucha precaución porque el exceso de iluminación podría jugarte en contra, obteniendo imágenes sobreexpuestas.
¿Existe una hora perfecta para capturar las fotos?
Muchas madres fotógrafas me han hecho la misma pregunta una y otra vez, siempre les respondo que todo dependerá de lo que deseen transmitir en sus fotografías. Pero, de forma general se suele recomendar que en días soleados se elija las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, lo que se denomina la hora dorada, porque justo en esos momentos la iluminación que proviene del sol es más suave y no genera sombras duras como la luz del medio día.
¡Explota el potencial de los colores de la naturaleza!
Las fotos que capturarás en un día soleado serán en lugares abiertos donde los colores cálidos son los que predominan (verdes, naranja y amarillos). Ubica a tu modelo cerca del tronco de algún árbol o siéntalo junto a unas flores, la idea es que le saques provecho a la naturaleza y pintes de alegría a tus fotografías.
¡Cuenta una historia!
Mamá fotógrafa, recuerda que no se trata de sólo colocar al niño en medio de un lugar hermoso y pedirle que se quede inmóvil como si fuese una estatua, eso ya quedó en el pasado, atrévete a contar una historia. Fíjate en la imagen de arriba, donde se percibe de forma clara cómo la pequeña construye su castillo de arena. Estas pequeñas escenas son las que más se apreciarán en el futuro.
¡Congela los momentos más divertidos!
Los días soleados por sí solos trasmiten alegría y mucha vida. Es por ello mamá fotógrafa, que te recomiendo que las fotos nostálgicas y melancólicas las reserves para el invierno, porque las escenas graciosas y divertidas son las que más combinan es estos ambientes.
En los días soleados ya sabrás cómo actuar. Recuerda que estos son los momentos que harán sonreír a tus hijos cuando sean adultos, y les permitirá, al recurrir a una fotografía, recordar lo hermoso que fue para ellos ser niños, lo libre y feliz que fueron en esos días inolvidables.
¡Disfruta de los días soleados!
Ahora ya estás oficialmente lista para ir corriendo tras la cámara, tomar a tus niños e irse a una nueva aventura donde pondrás a prueba todos los conocimientos que acabas de aprender. La clave está en que tus hijos y tú la pasen excelente, luego la parte técnica hará lo demás.





